¿Qué dice el Salmo 60?
SALMO 60 RV1960
Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo
(Sal. 108.6-13)
Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal.
1 Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;
Te has airado; ¡vuélvete a nosotros!
2 Hiciste temblar la tierra, la has hendido;
Sana sus roturas, porque titubea.
3 Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;
Nos hiciste beber vino de aturdimiento.
4 Has dado a los que te temen bandera
Que alcen por causa de la verdad. Selah
5 Para que se libren tus amados,
Salva con tu diestra, y óyeme.
6 Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;
Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
7 Mío es Galaad, y mío es Manasés;
Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.
8 Moab, vasija para lavarme;
Sobre Edom echaré mi calzado;
Me regocijaré sobre Filistea.
9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?
¿Quién me llevará hasta Edom?
10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,
Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?
11 Danos socorro contra el enemigo,
Porque vana es la ayuda de los hombres.
12 En Dios haremos proezas,
Y él hollará a nuestros enemigos.
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960.
SALMO 60 NVI
Al director musical. Sígase la tonada de «El lirio del pacto». Mictam didáctico de David, cuando luchó contra los arameos del noroeste de Mesopotamia y los arameos de Aram central[a], y cuando Joab volvió y abatió a doce mil edomitas en el valle de la Sal.
1 Oh Dios, tú nos has rechazado
y has abierto brecha en nuestras filas;
te has enojado con nosotros:
¡restáuranos ahora!
2 Has sacudido la tierra,
la has resquebrajado;
repara sus grietas,
porque se desmorona.
3 Has sometido a tu pueblo a duras pruebas;
nos diste a beber un vino embriagador.
4 Diste la señal de retirada a los que te temen,
para que puedan escapar de los arqueros. Selah
5 Sálvanos con tu diestra y respóndenos,
para que tu pueblo amado quede a salvo.
6 Dios ha dicho en su santuario:
«Triunfante repartiré a Siquén
y dividiré el valle de Sucot.
7 Mío es Galaad, mío es Manasés;
Efraín es mi yelmo y Judá, mi cetro de mando.
8 Moab es el recipiente en que me lavo las manos,
sobre Edom arrojo mi sandalia;
sobre Filistea lanzo gritos de triunfo».
9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?
¿Quién me mostrará el camino a Edom?
10 ¿No eres tú, oh Dios, quien nos ha rechazado?
¡Ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos!
11 Bríndanos tu apoyo contra el enemigo,
pues la ayuda humana será inútil.
12 Con Dios obtendremos la victoria;
¡él aplastará a nuestros enemigos!
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015, 2022 por Biblica, Inc.®, Inc.®
SALMO 60 NTV
Para el director del coro: salmo[a] de David útil para enseñar, acerca de cuando peleó contra Aram-naharaim y Aram-soba, y Joab regresó y mató a doce mil edomitas en el valle de la Sal. Cántese con la melodía de «Lirio del testimonio».
1 Nos has rechazado, oh Dios, y quebraste nuestras defensas.
Te enojaste con nosotros; ahora, restáuranos al gozo de tu favor.
2 Sacudiste nuestra tierra y la abriste en dos.
Sella las grietas, porque la tierra tiembla.
3 Has sido muy estricto con nosotros;
nos hiciste beber de un vino que nos dejó tambaleantes.
4 Pero has levantado un estandarte para los que te temen:
un punto de reunión en medio del ataque. Interludio
5 Rescata ahora a tu pueblo amado;
respóndenos y sálvanos con tu poder.
6 Por su santidad,[b] Dios ha prometido:
«Dividiré a Siquem con alegría
y mediré el valle de Sucot.
7 Galaad es mío,
y también Manasés.
Efraín, mi casco, producirá mis guerreros,
y Judá, mi cetro, producirá mis reyes.
8 Pero Moab, mi lavamanos, se convertirá en mi siervo,
y sobre Edom me limpiaré los pies
y gritaré triunfante sobre Filistea».
9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?
¿Quién me dará la victoria sobre Edom?
10 ¿Nos has rechazado, oh Dios?
¿Ya no marcharás junto a nuestros ejércitos?
11 Por favor, ayúdanos contra nuestros enemigos,
porque toda la ayuda humana es inútil.
12 Con la ayuda de Dios, haremos cosas poderosas,
pues él pisoteará a nuestros enemigos.
La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010.
SALMO 60 TLA
¡Danos la victoria!
SALMO 60 (59)
David compuso este himno para que sirviera de enseñanza. Lo compuso cuando luchó contra los arameos que vivían en la región noroeste de Mesopotamia y en la parte central de Siria. En esa ocasión Joab regresó y venció a doce mil edomitas en el Valle de la Sal. Instrucciones para el director del coro: Este himno deberá cantarse con la melodía «El lirio del pacto».
1 Dios mío,
tú te enojaste,
te alejaste de nosotros
y nos destruiste.
¡Ahora vuelve a ayudarnos!
2 Sacudiste la tierra,
y se llenó de grietas;
¡sánala, porque se desmorona!
3 Nos has dado
pruebas muy duras;
nos has dado a beber un vino
que nos hace tropezar.
4-5 Nosotros te somos fieles:
¡respóndenos!
¡Sálvanos con tu poder!
¡Dinos qué debemos hacer
para escapar de las flechas!
Así este pueblo que amas
quedará a salvo.
6 Desde tu templo has declarado:
«Cuando yo triunfe
repartiré entre mi pueblo
las tierras de Siquem
y las del valle de Sucot.
7 Las tierras de Galaad son mías;
al norte están las tribus de José[a]
para proteger a mi pueblo,
y en Judá he puesto al rey.
8 Los de Moab son mis esclavos,
Edom es mi propiedad,
y en territorio filisteo
lanzo gritos de victoria».
9 ¿Quién quiere llevarme
hasta la ciudad con muros?
¿Quién quiere enseñarme
el camino que lleva a Edom?
10 ¡Tú, Dios mío,
te has alejado de nosotros
y ya no sales a pelear
al frente de nuestros ejércitos!
11 La ayuda humana resulta inútil;
¡ayúdanos a vencer al enemigo!
12 Dios nuestro, tú los vencerás;
¡con tu ayuda saldremos victoriosos!
Footnotes
- Salmos 60:7 Las tribus de José: El texto hace referencia a las tribus de Efraín y de Manasés, que son las tribus de José.
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Explicación Salmo 60
Este salmo refleja un momento en el que Israel ha sufrido una gran derrota militar. David, como líder y rey, clama a Dios, reconociendo la aflicción que han experimentado, pero también expresando confianza en que Dios restaurará a su pueblo y les otorgará la victoria. El salmo se estructura como una súplica por la intervención divina, pero también como una afirmación de la fidelidad de Dios. A pesar de la aparente derrota, el salmista no pierde la esperanza de que Dios levantará su estándar sobre Israel.
Información sobre el Salmo 60
El contenido de este salmo muestra una mezcla de lamento y esperanza. David comienza reconociendo que Dios parece haber rechazado a Israel por un tiempo, permitiendo que sus enemigos los derroten. Sin embargo, más adelante en el salmo, el tono cambia cuando David proclama que con la ayuda de Dios, Israel puede vencer a sus adversarios. Este cambio de tono es significativo, pues revela la firme fe de David en que Dios no ha abandonado a su pueblo definitivamente, sino que permitirá la restauración.
Contexto histórico
El contexto histórico del Salmo 60 está relacionado con los tiempos de las campañas militares de David, especialmente las guerras contra los edomitas y otras naciones vecinas de Israel, como se narra en 2 Samuel 8 y 1 Crónicas 18. En este tiempo, Israel había experimentado victorias y derrotas, lo que llevó a David a buscar la ayuda y la dirección de Dios en medio de las batallas. El salmo refleja la realidad de las luchas militares de Israel y la dependencia total de la intervención divina para superar a sus enemigos.
Estilo literario
El estilo literario del Salmo 60 es una combinación de lamento comunitario y oración de confianza. David, como portavoz del pueblo, expresa la angustia y el dolor de la derrota, pero también proclama la esperanza en la salvación de Dios. El uso de imágenes bélicas, como el estandarte que Dios levanta para su pueblo, refuerza el tema de la batalla y la victoria, mientras que las súplicas muestran una profunda dependencia en la misericordia divina. Este salmo también contiene un oráculo profético en el que Dios mismo promete la victoria.
Relevancia teológica
Desde una perspectiva teológica, el Salmo 60 destaca la soberanía de Dios en la historia de su pueblo. Aunque Israel experimenta el dolor de la derrota, el salmista afirma que Dios sigue estando en control y que solo su intervención puede traer la verdadera victoria. Teológicamente, este salmo nos enseña que las dificultades y las derrotas no son señales del abandono divino, sino oportunidades para que Dios demuestre su poder y fidelidad. Además, subraya la importancia de depender de Dios en todas las circunstancias, especialmente en las más adversas.
¿Quién lo escribió?
David es el autor del Salmo 60. Escrito durante un tiempo de conflicto militar, este salmo surge de su experiencia como líder militar y rey de Israel. Aunque David era un estratega y guerrero hábil, sabía que el éxito de Israel dependía no solo de la fuerza militar, sino también de la bendición y la guía de Dios. Su vida de constante dependencia de Dios en tiempos de guerra y paz le permitió escribir con autoridad sobre la necesidad de confiar en la intervención divina para obtener la victoria.
Aplicación del Salmo 60
Este salmo es relevante para aquellos que atraviesan momentos de dificultad y derrota en sus vidas, ya sea en el ámbito personal, espiritual o incluso colectivo. A través del ejemplo de David, aprendemos que, aunque enfrentemos derrotas temporales, no debemos perder la esperanza en que Dios puede revertir la situación y darnos la victoria. Este salmo nos invita a llevar nuestras luchas y derrotas a Dios en oración, confiando en que Él nos restaurará y nos dará el triunfo en su tiempo.
Enseñanzas principales del Salmo 60
Dependencia en Dios en tiempos de derrota : Aunque Israel experimenta una derrota militar, el salmo subraya que solo Dios puede revertir la situación y traer la victoria.
Dios es quien da la victoria : David afirma que, a pesar de los esfuerzos humanos, es solo con la ayuda de Dios que se puede triunfar sobre los enemigos.
Confianza en la intervención divina : A pesar de la angustia inicial, el salmo proclama la confianza en que Dios levantará a su pueblo y les dará su favor nuevamente.
Oración en tiempos de aflicción : El salmo nos enseña a no perder la esperanza cuando enfrentamos pruebas y dificultades, sino a llevar nuestras súplicas a Dios, confiando en su poder para restaurar.
Este salmo nos recuerda que aunque experimentemos tiempos de derrota y dificultad, debemos confiar en que Dios tiene el poder para restaurar y llevarnos a la victoria, conforme a su voluntad.