¿Qué dice el Salmo 83?
SALMO 83 Reina-Valera 1960
Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Israel
Cántico. Salmo de Asaf.
1 Oh Dios, no guardes silencio;
No calles, oh Dios, ni te estés quieto.
2 Porque he aquí que rugen tus enemigos,
Y los que te aborrecen alzan cabeza.
3 Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
Y han entrado en consejo contra tus protegidos.
4 Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación,
Y no haya más memoria del nombre de Israel.
5 Porque se confabulan de corazón a una,
Contra ti han hecho alianza
6 Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas,
Moab y los agarenos;
7 Gebal, Amón y Amalec,
Los filisteos y los habitantes de Tiro.
8 También el asirio se ha juntado con ellos;
Sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah
9 Hazles como a Madián,
Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;
10 Que perecieron en Endor,
Fueron hechos como estiércol para la tierra.
11 Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb;
Como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes,
12 Que han dicho: Heredemos para nosotros
Las moradas de Dios.
13 Dios mío, ponlos como torbellinos,
Como hojarascas delante del viento,
14 Como fuego que quema el monte,
Como llama que abrasa el bosque.
15 Persíguelos así con tu tempestad,
Y atérralos con tu torbellino.
16 Llena sus rostros de vergüenza,
Y busquen tu nombre, oh Jehová.
17 Sean afrentados y turbados para siempre;
Sean deshonrados, y perezcan.
18 Y conozcan que tu nombre es Jehová;
Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960.
SALMO 83 Nueva Versión Internacional
Cántico. Salmo de Asaf.
1 Oh Dios, no guardes silencio;
no te quedes callado e impasible, oh Dios.
2 Mira cómo se alborotan tus enemigos,
cómo te desafían los que te odian.
3 Con astucia conspiran contra tu pueblo;
conspiran contra aquellos a quienes tú proteges.
4 Y dicen: «¡Vengan, destruyamos su nación!
¡Que el nombre de Israel no vuelva a recordarse!».
5 Como un solo hombre se confabulan;
han hecho un pacto contra ti:
6 los campamentos de Edom y de Ismael,
los de Moab y de Agar,
7 Guebal,[a] Amón y Amalec,
los de Filistea y los habitantes de Tiro.
8 Hasta Asiria se les ha unido;
ha apoyado a los descendientes de Lot. Selah
9 Haz con ellos como hiciste con Madián,
como hiciste con Sísara y Jabín en el río Quisón,
10 los cuales perecieron en Endor
y quedaron en la tierra, como estiércol.
11 Haz con sus nobles como hiciste con Oreb y con Zeb;
haz con todos sus príncipes como hiciste con Zeba y con Zalmuna,
12 que decían: «Vamos a adueñarnos
de los pastizales de Dios».
13 Hazlos rodar como zarzas, Dios mío;
como paja que se lleva el viento.
14 Y así como el fuego consume los bosques
y las llamas incendian las montañas,
15 así persíguelos con tus tempestades
y aterrorízalos con tu tormenta.
16 Señor, cúbreles el rostro de deshonra
para que busquen tu nombre.
17 Queden avergonzados y angustiados para siempre;
que perezcan humillados.
18 Que sepan que tú eres el Señor,
que ese es tu nombre;
que sepan que solo tú eres el Altísimo
sobre toda la tierra.
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015, 2022 por Biblica, Inc.®, Inc.®
SALMO 83 Nueva Traducción Viviente
Un cántico. Salmo de Asaf.
1 ¡Oh Dios, no guardes silencio!
No cierres tus oídos;
no te quedes callado, oh Dios.
2 ¿No oyes el alboroto que hacen tus enemigos?
¿No ves que tus arrogantes adversarios se levantan?
3 Inventan intrigas astutas contra tu pueblo;
conspiran en contra de tus seres preciados.
4 «Vengan—dicen—, exterminemos a Israel como nación;
destruiremos hasta el más mínimo recuerdo de su existencia».
5 Efectivamente, esta fue su decisión unánime.
Firmaron un tratado de alianza en tu contra:
6 los edomitas y los ismaelitas;
los moabitas y los agarenos;
7 los giblitas, los amonitas y los amalecitas;
y los habitantes de Filistea y de Tiro.
8 Asiria también se unió a ellos
y se alió con los descendientes de Lot. Interludio
9 Haz con ellos lo mismo que hiciste con los madianitas
y como hiciste también con Sísara y con Jabín en el río Cisón.
10 Fueron destruidos en Endor,
y sus cadáveres en descomposición fertilizaron la tierra.
11 Que sus poderosos nobles mueran como murieron Oreb y Zeeb;
que todos sus príncipes mueran como Zeba y Zalmuna,
12 porque dijeron: «¡Vamos a apoderarnos de estos pastizales de Dios
y a usarlos para nuestro beneficio!»
13 ¡Oh mi Dios, espárcelos como a arbustos que ruedan,
como a paja que se lleva el viento!
14 Así como el fuego quema un bosque
y una llama incendia las montañas,
15 persíguelos con tu tormenta feroz;
atérralos con tu tempestad.
16 Desacredítalos por completo
hasta que se sometan a tu nombre, oh Señor.
17 Que sean avergonzados y aterrorizados para siempre;
que mueran en deshonra.
18 Entonces aprenderán que solo tú te llamas el Señor,
que solo tú eres el Altísimo,
supremo sobre toda la tierra.
La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010.
SALMO 83 Traducción en lenguaje actual
¡Derrota a nuestros enemigos!
SALMO 83 (82)
Himno de Asaf.
1 Dios mío, Dios mío,
no guardes silencio;
no te quedes callado
y sin hacer nada.
2 ¡Fíjate en tus enemigos:
mira cómo se alborotan!
¡Fíjate en los que no te quieren:
mira cómo te desafían!
3 Hacen planes contra tu pueblo amado,
con intenciones de hacerle daño,
4 y hasta se atreven a decir:
«¡Vamos a destruirlos por completo!
¡Jamás volverá a mencionarse
el nombre de Israel!»
5-8 Los ejércitos de muchos pueblos
se han puesto de acuerdo
para hacerte la guerra:
se han juntado Edom, Moab,
Asiria y las tribus del desierto;
a ellos se han unido
los ejércitos de Guebal,
Amón, Amalec, Tiro y Filistea.
9 ¡Acaba con ellos,
como acabaste con Madián!
¡Acaba con ellos,
como acabaste con Sísara y Jabín
a orillas del río Quisón!
10 Ellos fueron derrotados en Endor,
y quedaron tendidos en el suelo,
tirados como el estiércol.
11 ¡Acaba con su gente de importancia,
como acabaste con Oreb y con Zeeb!
¡Acaba con todos sus jefes,
como acabaste con Zalmuná y Zébah,
12 que pensaban adueñarse
de nuestras valiosas tierras!
13 Dios mío,
haz que el viento se los lleve
como se lleva a la paja.
14-15 ¡Persíguelos con tus tormentas!
¡Espántalos con tus tempestades!
¡Sé como las llamas de fuego
que acaban con cerros y bosques!
16 Dios mío,
¡llénalos de vergüenza,
para que te reconozcan como Dios!
17 ¡Derrótalos para siempre!
¡Derrótalos y acaba con ellos!
18 ¡Así conocerán tu poder,
y sabrán que sólo tú
gobiernas sobre toda la tierra!
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Explicación del Salmo 83
El Salmo 83 es una oración ferviente en la que se pide la intervención de Dios contra los enemigos que buscan destruir a Israel. Los pueblos vecinos han formado una coalición para atacar a la nación, y el salmista clama para que Dios actúe con poder y anule sus planes. Esta súplica enfatiza la confianza en el poder y la soberanía de Dios, pidiendo que Él humille a los enemigos para que reconozcan Su nombre y se vuelvan a Él.
Información sobre el Salmo 83
Este salmo es uno de los salmos de Asaf y se destaca por ser una oración comunitaria que busca la protección de Dios frente a una amenaza militar inminente. La súplica no es solo por la supervivencia de Israel, sino también para que los enemigos reconozcan que Dios es el Señor supremo de toda la tierra. El tono del salmo es intenso, lleno de angustia, pero también de esperanza en la intervención divina.
Contexto Histórico
El Salmo 83 refleja un tiempo de conflicto y tensión con las naciones vecinas de Israel, como Edom, Moab, Amón, y otros. Estas naciones históricamente habían sido hostiles hacia Israel, y este salmo puede haber sido escrito en un momento en que esas enemistades alcanzaron un punto crítico. La amenaza de coaliciones extranjeras que buscaban destruir a Israel era constante en la historia del pueblo de Dios, y este salmo refleja una de esas crisis.
Estilo Literario
Este salmo es una oración imprecatoria, un tipo de literatura bíblica en la que el salmista pide a Dios que actúe contra los enemigos de Israel. Utiliza imágenes poderosas, como el viento que arrastra la paja, para describir la forma en que Dios podría dispersar a los adversarios. El lenguaje es vívido y directo, transmitiendo el temor, la urgencia y la confianza en la intervención divina.
Relevancia Teológica
Teológicamente, el Salmo 83 resalta la soberanía de Dios sobre todas las naciones y el propósito divino de proteger a Su pueblo. Además, nos enseña que la oración puede ser una herramienta poderosa para clamar por justicia, especialmente cuando las fuerzas del mal parecen prevalecer. Este salmo también nos recuerda que la motivación última en pedir la justicia de Dios es Su gloria, para que Su nombre sea conocido entre todas las naciones.
¿Quién lo escribió?
El Salmo 83 es atribuido a Asaf, un prominente músico y profeta en la corte del rey David. Asaf escribió varios salmos que abordan temas de conflicto, juicio y protección divina, y este salmo se alinea con esos temas al pedir la intervención de Dios frente a las naciones que amenazan a Israel.
Aplicación del Salmo 83
Este salmo puede aplicarse a situaciones en las que el pueblo de Dios enfrenta oposición o persecución. Aunque los creyentes ya no luchan contra enemigos físicos como lo hacía Israel, sí enfrentan enemigos espirituales y desafíos que buscan destruir su fe. El Salmo 83 nos enseña a depender completamente de Dios para la victoria, recordándonos que Él es el protector de Su pueblo y que Su justicia prevalecerá.
Enseñanzas principales del Salmo 83
Dependencia en la intervención divina: El salmista deja claro que la victoria sobre los enemigos no puede lograrse sin la ayuda de Dios. La oración ferviente y la fe en Su poder son esenciales.
Dios como juez y protector: Este salmo subraya el rol de Dios como el juez que juzga a las naciones y el protector que defiende a Su pueblo.
El peligro de la coalición de enemigos: Los adversarios de Israel se han unido con el objetivo de destruir la nación, lo que refleja la realidad de que las fuerzas del mal a menudo se organizan para atacar a los justos.
La oración imprecatoria: En este salmo, se pide que Dios actúe contra los enemigos. Esto nos muestra que la justicia de Dios puede ser invocada cuando el mal parece prevalecer.
Reconocimiento de la soberanía de Dios: El objetivo de la intervención de Dios no es solo la protección de Israel, sino también que los enemigos reconozcan que Dios es el Señor supremo de toda la tierra.
La confianza en la justicia divina: A pesar de la gravedad de la amenaza, el salmista expresa una profunda confianza en que Dios finalmente pondrá fin a los planes de los enemigos y hará justicia.
El propósito de glorificar a Dios: La motivación última detrás de la petición del salmista es que, a través de la derrota de los enemigos, todos reconozcan el poder y la autoridad de Dios.
En conclusión, el Salmo 83 nos recuerda la importancia de acudir a Dios en momentos de crisis, confiando en que Él es el juez justo que defenderá a Su pueblo. Nos enseña que, aunque los enemigos puedan parecer fuertes, la soberanía de Dios sobre todas las naciones es absoluta. Como creyentes, podemos confiar en Su intervención y orar con fervor, sabiendo que Su justicia siempre prevalecerá.