¿Qué dice el Salmo 77?
SALMO 77 RV1960
Meditación sobre los hechos poderosos de Dios
Al músico principal; para Jedutún. Salmo de Asaf.
1 Con mi voz clamé a Dios,
A Dios clamé, y él me escuchará.
2 Al Señor busqué en el día de mi angustia;
Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso;
Mi alma rehusaba consuelo.
3 Me acordaba de Dios, y me conmovía;
Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah
4 No me dejabas pegar los ojos;
Estaba yo quebrantado, y no hablaba.
5 Consideraba los días desde el principio,
Los años de los siglos.
6 Me acordaba de mis cánticos de noche;
Meditaba en mi corazón,
Y mi espíritu inquiría:
7 ¿Desechará el Señor para siempre,
Y no volverá más a sernos propicio?
8 ¿Ha cesado para siempre su misericordia?
¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?
9 ¿Ha olvidado Dios el tener misericordia?
¿Ha encerrado con ira sus piedades? Selah
10 Dije: Enfermedad mía es esta;
Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.
11 Me acordaré de las obras de JAH;
Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.
12 Meditaré en todas tus obras,
Y hablaré de tus hechos.
13 Oh Dios, santo es tu camino;
¿Qué dios es grande como nuestro Dios?
14 Tú eres el Dios que hace maravillas;
Hiciste notorio en los pueblos tu poder.
15 Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah
16 Te vieron las aguas, oh Dios;
Las aguas te vieron, y temieron;
Los abismos también se estremecieron.
17 Las nubes echaron inundaciones de aguas;
Tronaron los cielos,
Y discurrieron tus rayos.
18 La voz de tu trueno estaba en el torbellino;
Tus relámpagos alumbraron el mundo;
Se estremeció y tembló la tierra.
19 En el mar fue tu camino,
Y tus sendas en las muchas aguas;
Y tus pisadas no fueron conocidas.
20 Condujiste a tu pueblo como ovejas
Por mano de Moisés y de Aarón.
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960.
SALMO 77 NVI
Al director musical. Para Jedutún. Salmo de Asaf.
1 A Dios elevo mi voz suplicante;
a Dios elevo mi voz para que me escuche.
2 Cuando estoy angustiado, recurro al Señor;
sin cesar elevo mis manos por las noches,
pero me niego a recibir consuelo.
3 Me acuerdo de Dios y me lamento;
medito en él y mi espíritu desfallece. Selah
4 Me impides cerrar los ojos;
tan turbado estoy que ni hablar puedo.
5 Me pongo a pensar en los tiempos de antaño;
de los años ya idos me acuerdo.
6 En la noche recuerdo mi canción;
mi corazón medita y mi espíritu pregunta:
7 «¿Nos rechazará el Señor para siempre?
¿No volverá a mostrarnos su buena voluntad?
8 ¿Se habrá agotado para siempre su gran amor
y su promesa por todas las generaciones?
9 ¿Se habrá olvidado Dios de sus misericordias
y en su enojo ya no quiere tenernos compasión?». Selah
10 Y me pongo a pensar: «Esto es lo que me duele:
que haya cambiado la diestra del Altísimo».
11 Prefiero recordar las hazañas del Señor,
traer a la memoria sus milagros de antaño.
12 Meditaré en todas tus proezas;
evocaré tus obras poderosas.
13 Santos, oh Dios, son tus caminos;
¿qué dios hay tan excelso como nuestro Dios?
14 Tú eres el Dios que hace maravillas;
el que despliega su poder entre los pueblos.
15 Con tu brazo poderoso redimiste a tu pueblo,
a los descendientes de Jacob y de José. Selah
16 Las aguas te vieron, oh Dios,
las aguas te vieron y se agitaron;
el propio abismo se estremeció con violencia.
17 Derramaron su lluvia las nubes;
retumbaron con estruendo los cielos;
rasgaron el espacio tus flechas.
18 Tu estruendo retumbó en el torbellino
y tus relámpagos iluminaron el mundo;
la tierra se estremeció con temblores.
19 Te abriste camino en el mar,
pasaste entre las muchas aguas,
y no se hallaron tus huellas.
20 Por medio de Moisés y de Aarón
guiaste como un rebaño a tu pueblo.
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015, 2022 por Biblica, Inc.®, Inc.®
SALMO 77 NTV
Para Jedutún, director del coro: salmo de Asaf.
1 Clamo a Dios: sí, a gritos.
¡Oh, si Dios me escuchara!
2 Cuando estaba en graves dificultades,
busqué al Señor.
Toda la noche oré con las manos levantadas hacia el cielo,
pero mi alma no encontró consuelo.
3 Pienso en Dios y gimo,
abrumado de tanto anhelar su ayuda. Interludio
4 No me dejas dormir;
¡estoy tan afligido que ni siquiera puedo orar!
5 Pienso en los viejos tiempos,
que acabaron hace tanto,
6 cuando mis noches estaban llenas de alegres canciones.
Ahora busco en mi alma y considero la diferencia.
7 ¿Me habrá rechazado para siempre el Señor?
¿Nunca más volverá a ser bondadoso conmigo?
8 ¿Se ha ido para siempre su amor inagotable?
¿Han dejado de cumplirse sus promesas para siempre?
9 ¿Se ha olvidado Dios de ser bondadoso?
¿Habrá cerrado de un portazo la entrada a su compasión? Interludio
10 Y yo digo: «Este es mi destino;
el Altísimo volvió su mano contra mí».
11 Pero después me acuerdo de todo lo que has hecho, oh Señor;
recuerdo tus obras maravillosas de tiempos pasados.
12 Siempre están en mis pensamientos;
no puedo dejar de pensar en tus obras poderosas.
13 Oh Dios, tus caminos son santos.
¿Existe algún dios tan poderoso como tú?
14 ¡Eres el Dios de grandes maravillas!
Demuestras tu asombroso poder entre las naciones.
15 Con tu fuerte brazo, redimiste a tu pueblo,
los descendientes de Jacob y de José. Interludio
16 Cuando el mar Rojo te vio,[a] oh Dios,
sus aguas miraron y temblaron;
el mar se estremeció hasta las profundidades.
17 Las nubes derramaron lluvia;
el trueno retumbó en el cielo;
tus flechas destellaron como rayos.
18 Tu trueno rugió desde el torbellino;
¡los relámpagos iluminaron el mundo!
La tierra tembló y se estremeció.
19 Te abriste camino a través del mar
y tu sendero atravesó las poderosas aguas,
¡una senda que nadie sabía que estaba allí!
20 Guiaste a tu pueblo por ese camino como a un rebaño de ovejas,
con Moisés y Aarón de pastores.
La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010.
SALMO 77 TLA
Las maravillas de Dios
SALMO 77 (76)
Himno de Asaf. Instrucciones para el director del coro: Este himno deberá cantarse al estilo musical de Jedutún.
1 A Dios dirijo mis ruegos,
para que me escuche.
2 En los momentos más difíciles,
siempre busco a Dios.
Con las manos levantadas
me paso la noche orando,
aunque ni esto me consuela.
3 Cuando pienso en Dios,
me siento desalentado
y me dan ganas de llorar.
4 ¡Dios me hace perder el sueño!
¡Estoy tan confundido
que no sé qué decir!
5-6 Por las noches me pongo a pensar;
recuerdo los tiempos pasados,
los años que se han ido,
y entonces me pregunto:
7-9 «¿Estará rechazándonos Dios
de una vez y para siempre?
¿Habrá dejado de amarnos?
¿Tan enojado está con nosotros
que ya no nos tiene compasión?
¿Dejará de tratarnos con bondad?
¿Se habrán agotado las promesas
que se comprometió a cumplir?
¿Se habrá olvidado
de que es un Dios bueno?»
10 Y yo mismo me contesto:
«¡Qué doloroso es darse cuenta
de que Dios ya no es el mismo,
que ya no nos trata como antes!
11 ¡Vale más que me acuerde
de sus grandes hechos
y de sus maravillas pasadas!
12 ¡Vale más que me acuerde
de sus obras maravillosas!
13 »Dios mío,
¡No hay Dios tan grande como tú!
¡Todo lo que haces es perfecto!
14 Tú eres el Dios que hace milagros,
que muestra su poder entre los pueblos.
15 Con tu brazo poderoso
diste libertad a tu pueblo Israel.
16 »Dios mío,
el agua se agitó al verte;
¡el mismo mar profundo
se estremeció con violencia!
17 Por todo el espacio del cielo
retumbaron los relámpagos,
y las nubes soltaron su lluvia.
18 En medio del torbellino
retumbó tu voz de trueno,
y la luz de tus relámpagos
iluminó el mundo;
entonces tembló la tierra.
19 Hiciste un camino en el mar;
te abriste paso entre las aguas,
pero nadie vio jamás tus huellas.
20 Por medio de Moisés y de Aarón
fuiste guiando a tu pueblo,
como guía el pastor a sus ovejas».
Copyright © 2000 by United Bible Societies
Explicación Salmo 77
El Salmo 77 es una reflexión profunda sobre el sufrimiento y la angustia personal, pero también un canto de esperanza y recuerdo del poder de Dios. El salmista comienza describiendo su clamor en medio de la aflicción, preguntándose si Dios lo ha abandonado. Sin embargo, al final se recuerda a sí mismo los grandes actos de redención que Dios ha realizado en el pasado, como la liberación de Israel de Egipto. Este cambio de enfoque, de la angustia personal al recuerdo de la fidelidad de Dios, es un recurso que anima a confiar en el Señor, incluso en los momentos más oscuros.
Información sobre el Salmo 77
Este salmo tiene una estructura que refleja un viaje emocional y espiritual. Inicia con un lamento por la aparente ausencia de Dios, pero luego gira hacia una meditación sobre las obras pasadas del Señor. El tono cambia cuando el salmista recuerda cómo Dios ha accionado poderosamente en la historia de su pueblo. La primera parte del salmo expresa dudas y preguntas, mientras que la segunda parte se llena de esperanza y alabanza, demostrando que el recuerdo de la obra de Dios puede fortalecer nuestra fe en momentos de desesperación.
Contexto histórico
El contexto histórico exacto del Salmo 77 no está completamente claro, pero su tono de angustia y desesperación podría estar relacionado con algún momento de crisis nacional o personal en la historia de Israel. Es probable que haya sido compuesto durante un tiempo de gran sufrimiento, como el exilio en Babilonia o alguna calamidad importante que afectó al pueblo de Dios. En situaciones como ésta, los salmistas solían volver sus corazones hacia los eventos históricos en los que Dios había intervenido, como el Éxodo, para encontrar a consuelo.
Estilo literario
El Salmo 77 pertenece al género de los salmos de lamento, con un giro hacia la alabanza en su segunda mitad. Utiliza un lenguaje emotivo y poético para expresar el dolor del salmista, quien se siente abandonado por Dios. El recurso literario del recuerdo es crucial aquí: el salmista enumera los poderosos actos de Dios para consolar su propio espíritu. Además, hay una transición marcada entre la primera parte, donde se presentan preguntas y quejas, y la segunda parte, que es una reflexión sobre la fidelidad pasada de Dios.
Relevancia teológica
Teológicamente, el Salmo 77 enfatiza la importancia de recordar las obras poderosas de Dios en tiempos de crisis. El lamento y la queja son parte de la experiencia humana y, como se ve en este salmo, Dios permite que su pueblo exprese su dolor. Sin embargo, también enseña que el remedio al sufrimiento es volver los ojos al Señor y confiar en su carácter inmutable. Cristo mismo experimentó momentos de angustia profunda (como en Getsemaní), pero su confianza en la voluntad del Padre fue inquebrantable. Este salmo nos recuerda que incluso en el sufrimiento, Dios está presente y es fiel.
¿Quién lo escribió?
Este salmo se atribuye a Asaf, uno de los líderes de la adoración en Israel durante el reinado de David. Asaf es conocido por escribir varios salmos que expresan la angustia del pueblo en tiempos de dificultad, pero que también muestran una profunda confianza en la soberanía de Dios. Su estilo se caracteriza por la sinceridad en el lamento y la alabanza. Asaf y sus descendientes fueron responsables de dirigir la música y los cantos en el templo, lo que significa que salmos como este se cantaba en el contexto del culto comunitario.
Aplicación del Salmo 77
Este salmo es una herramienta poderosa para aquellos que atraviesan tiempos de crisis personal o espiritual. Nos enseña que es legítimo expresar nuestras dudas y preguntas a Dios cuando enfrentamos dificultades. Sin embargo, también nos invita a recordar las intervenciones pasadas de Dios en nuestras vidas y en la historia de su pueblo. Al hacer esto, nuestra fe se renueva y podemos encontrar esperanza, aun cuando las circunstancias no cambien inmediatamente. Este salmo también nos recuerda la importancia de testificar sobre las obras de Dios, porque el recordar su fidelidad fortalece no solo nuestra fe, sino la de quienes nos rodean.
Enseñanzas principales del Salmo 77
Es legítimo clamar a Dios en tiempos de angustia : Este salmo muestra que el sufrimiento y las dudas pueden ser llevadas ante el Señor. No necesitamos ocultar nuestro dolor, sino que podemos presentarlo honestamente delante de Él.
Dios escucha incluso cuando parece estar distante : Aunque el salmista siente que Dios no está respondiendo, continúa orando y clamando. Esto refleja una fe persistente que no se rinde, aun cuando las respuestas no llegan de inmediato.
El recuerdo de las obras de Dios es clave para renovar la esperanza : El salmista encuentra consuelo al recordar cómo Dios liberó a su pueblo en el pasado. Esto nos enseña que, al meditar en las obras de Dios, nuestra fe puede ser fortalecida.
Dios es fiel, incluso cuando no entendemos sus caminos : Aunque el salmista comienza con muchas preguntas, su confianza en la fidelidad de Dios no vacila. Dios sigue siendo fiel a sus promesas, aun cuando no podemos ver su plan completo.
El poder de Dios sobre la creación y la historia : El salmista recuerda que Dios no solo está involucrado en la vida de su pueblo, sino que también controla la naturaleza y los eventos históricos. Esto nos recuerda que nada está fuera de su control.
En resumen, el Salmo 77 es un poderoso recordatorio de que, en tiempos de angustia y confusión, debemos volver nuestros corazones al Dios que ha sido fiel a través de los siglos. Su capacidad para redimir y salvar no ha cambiado, y cuando recordamos sus obras pasadas, encontramos la fuerza para enfrentar el presente con confianza.