SALMO 35
¿Qué dice el Salmo 35?
SALMO 35 Reina Valera 1960
Plegaria pidiendo ser librado de los enemigos
Salmo de David.
1 Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden;
Pelea contra los que me combaten.
2 Echa mano al escudo y al pavés,
Y levántate en mi ayuda.
3 Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores;
Di a mi alma: Yo soy tu salvación.
4 Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida;
Sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal intentan.
5 Sean como el tamo delante del viento,
Y el ángel de Jehová los acose.
6 Sea su camino tenebroso y resbaladizo,
Y el ángel de Jehová los persiga.
7 Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo;
Sin causa cavaron hoyo para mi alma.
8 Véngale el quebrantamiento sin que lo sepa,
Y la red que él escondió lo prenda;
Con quebrantamiento caiga en ella.
9 Entonces mi alma se alegrará en Jehová;
Se regocijará en su salvación.
10 Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú,
Que libras al afligido del más fuerte que él,
Y al pobre y menesteroso del que le despoja?
11 Se levantan testigos malvados;
De lo que no sé me preguntan;
12 Me devuelven mal por bien,
Para afligir a mi alma.
13 Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio;
Afligí con ayuno mi alma,
Y mi oración se volvía a mi seno.
14 Como por mi compañero, como por mi hermano andaba;
Como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba.
15 Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron;
Se juntaron contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía;
Me despedazaban sin descanso;
16 Como lisonjeros, escarnecedores y truhanes,
Crujieron contra mí sus dientes.
17 Señor, ¿hasta cuándo verás esto
Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones.
18 Te confesaré en grande congregación;
Te alabaré entre numeroso pueblo.
19 No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos,
Ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
20 Porque no hablan paz;
Y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas.
21 Ensancharon contra mí su boca;
Dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!
22 Tú lo has visto, oh Jehová; no calles;
Señor, no te alejes de mí.
23 Muévete y despierta para hacerme justicia,
Dios mío y Señor mío, para defender mi causa.
24 Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mío,
Y no se alegren de mí.
25 No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra!
No digan: ¡Le hemos devorado!
26 Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran;
Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.
27 Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa,
Y digan siempre: Sea exaltado Jehová,
Que ama la paz de su siervo.
28 Y mi lengua hablará de tu justicia
Y de tu alabanza todo el día.
SALMO 35 Nueva Versión Internacional
Salmo de David.
1 Ataca, Señor, a los que me atacan;
combate a los que me combaten.
2 Toma tu adarga, tu escudo,
y acude en mi ayuda.
3 Empuña la lanza y el hacha,
y haz frente a[a] los que me persiguen.
Quiero oírte decir:
«Yo soy tu salvación».
4 Queden confundidos y avergonzados
los que procuran matarme;
retrocedan humillados
los que traman mi ruina.
5 Sean como la paja que se lleva el viento,
acosados por el ángel del Señor;
6 sea su senda oscura y resbalosa,
perseguidos por el ángel del Señor.
7 Ya que sin motivo me tendieron una trampa
y sin motivo cavaron una fosa para mí,
8 que la ruina los tome por sorpresa;
que caigan en su propia trampa,
en la fosa que ellos mismos cavaron.
9 Así mi alma se alegrará en el Señor
y se deleitará en su salvación.
10 Así todo mi ser exclamará:
«¿Quién como tú, Señor?
Tú libras de los poderosos a los pobres;
a los pobres y necesitados libras
de aquellos que los explotan».
11 Se presentan testigos despiadados
y me preguntan cosas que yo ignoro.
12 Me devuelven mal por bien
y eso me duele en el alma;
13 pues cuando ellos enfermaban
yo me vestía de luto,
me afligía y ayunaba.
¡Ay, si pudiera retractarme de mis oraciones!
14 Me vestía yo de luto,
como por un amigo o un hermano.
Afligido, inclinaba la cabeza,
como si llorara por mi madre.
15 Pero yo tropecé y ellos se alegraron
y a una se juntaron contra mí.
Asaltantes[b] que yo no conocía;
me calumniaban sin cesar.
16 Me atormentaban, se burlaban de mí[c]
y contra mí rechinaban los dientes.
17 ¿Hasta cuándo, Señor, vas a tolerar esto?
Libra mi vida, mi única vida,
de los ataques de esos leones.
18 Yo te daré gracias en la gran asamblea;
ante una multitud te alabaré.
19 No dejes que de mí se burlen
mis enemigos traicioneros;
no dejes que guiñen el ojo
los que me odian sin motivo.
20 Porque no vienen en son de paz,
sino que urden mentiras
contra la gente apacible del país.
21 De mí se ríen a carcajadas y exclaman:
«¡Miren en lo que vino a parar!».
22 Señor, tú has visto todo esto;
no te quedes callado.
¡Señor, no te alejes de mí!
23 ¡Despierta! ¡Levántate en mi defensa!
¡Defiéndeme, mi Dios y Señor!
24 Júzgame según tu justicia, Señor mi Dios;
no dejes que se burlen de mí.
25 No permitas que piensen:
«¡Así queríamos verlo!».
No permitas que digan:
«Nos lo hemos tragado vivo».
26 Queden avergonzados y confundidos
todos los que se alegran de mi desgracia;
sean cubiertos de deshonra y vergüenza
todos los que se creen más que yo.
27 Pero lancen voces de alegría y regocijo
los que quieren mi vindicación
y digan siempre: «Exaltado sea el Señor,
quien se deleita en el bienestar de su siervo».
28 Con mi lengua proclamaré tu justicia
y todo el día te alabaré.
SALMO 35 Nueva Traducción Viviente
Salmo de David.
1 Oh Señor, ponte en contra de los que se me oponen;
pelea contra los que luchan contra mí.
2 Ponte tu armadura y toma tu escudo;
prepárate para la batalla y ven en mi ayuda.
3 Levanta tu lanza y tu jabalina
contra los que me persiguen.
Quiero oírte decir:
«¡Yo te daré la victoria!».
4 Avergüenza y causa deshonra a los que tratan de matarme;
hazlos retroceder y humilla a los que quieren hacerme daño.
5 Sopla y espárcelos como paja en el viento,
un viento mandado por el ángel del Señor.
6 Haz que su camino sea oscuro y resbaladizo,
y que el ángel del Señor los persiga.
7 Yo no les hice ningún mal, pero ellos me tendieron una trampa;
no les hice ningún mal, pero cavaron una fosa para atraparme.
8 Por eso, ¡que la ruina les llegue de repente!
¡Que queden atrapados en la trampa que me tendieron!
Que se destruyan en la fosa que cavaron para mí.
9 Entonces me alegraré en el Señor;
estaré feliz porque él me rescata.
10 Con cada hueso de mi cuerpo lo alabaré:
«Señor, ¿quién se compara contigo?
¿Quién otro rescata a los indefensos de las manos de los fuertes?
¿Quién otro protege a los indefensos y a los pobres de quienes les roban?».
11 Testigos maliciosos testifican en mi contra
y me acusan de crímenes que desconozco por completo.
12 Me pagan mal por bien
y estoy enfermo de desesperación.
13 Sin embargo, cuando ellos se enfermaban, yo me entristecía;
me afligía a mí mismo ayunando por ellos,
pero mis oraciones no tenían respuesta.
14 Estaba triste como si fueran mis amigos o mi familia,
como si me lamentara por mi propia madre.
15 Pero ahora que yo estoy en dificultades, ellos se ponen contentos;
con aires de triunfo se unen en mi contra.
Me ataca gente que ni siquiera conozco;
me calumnian sin cesar.
16 Se burlan de mí y me insultan;
me gruñen.
17 ¿Hasta cuándo, oh Señor, te quedarás observando sin actuar?
Rescátame de sus ataques feroces.
¡Protege mi vida de estos leones!
18 Después te daré gracias frente a la gran asamblea;
te alabaré delante de todo el pueblo.
19 No permitas que mis enemigos traicioneros se regodeen en mi derrota;
no permitas que los que me odian sin motivo se deleiten en mi tristeza.
20 No hablan de paz;
conspiran contra personas inocentes que no se meten con nadie.
21 Gritan: «¡Ajá!
¡Con nuestros ojos lo vimos hacerlo!».
22 Oh Señor, tú sabes de todo esto;
no te quedes callado.
No me abandones ahora, oh Señor.
23 ¡Despierta! ¡Levántate en mi defensa!
Toma mi caso, Dios mío y Señor mío.
24 Declárame inocente, oh Señor mi Dios, porque tú haces justicia;
no permitas que mis enemigos se rían de mí en mis dificultades.
25 No les permitas decir: «¡Miren, conseguimos lo que queríamos!
¡Ahora lo comeremos vivo!».
26 Que sean humillados y avergonzados
los que se alegran de mis dificultades;
que sean cubiertos de vergüenza y de deshonra
los que triunfan sobre mí.
27 Pero dales mucha alegría a los que vinieron a defenderme;
que todo el tiempo digan: «¡Grande es el Señor,
quien se deleita en bendecir a su siervo con paz!».
28 Entonces proclamaré tu justicia
y te alabaré todo el día.
SALMO 35 Traducción en lenguaje actual
Dios escucha la oración
SALMO 35 (34)
Himno de David.
1 Dios mío,
ataca a los que me atacan,
combate a los que me combaten.
2-3 Prepárate para la lucha
y ven en mi ayuda.
¡Preséntales batalla
a los que me persiguen!
¡Prométeme que me salvarás!
4 Pon en completa vergüenza
a los que quieren matarme,
haz que huyan avergonzados
los que buscan mi mal.
5 ¡Que el viento los arrastre
como si fueran paja!
¡Que tu ángel los persiga!
6 ¡Que se tropiecen y resbalen
en los caminos por donde andan!
¡Que tu ángel los persiga!
7 No tenían ningún motivo
para tenderme una trampa.
8 ¡Pues que les venga el desastre
antes de que se den cuenta!
¡Que caigan en la trampa
que quisieron tenderme!
9 Yo me quedaré muy contento
con que tú me libres de ellos,
10 y diré con todas mis fuerzas:
«¡No hay otro Dios como tú!
Tú, Dios nuestro,
libras a los pobres e indefensos
del poder de quienes los maltratan».
11 Unos testigos malvados
se levantan para acusarme,
¡pero yo no sé nada
de lo que me preguntan!
12 Lo que más me duele
es que yo los traté bien
y ahora ellos me tratan mal.
13 Cuando se enfermaban,
yo me afligía por ellos.
Tan grande era mi tristeza
que no comía ni me arreglaba.
Más bien, le pedía a Dios
que el enfermo fuera yo.
14 Andaba yo muy triste
y con la cabeza inclinada,
como si hubiera muerto mi madre,
mi hermano o mi amigo.
15-16 Pero cuando me vieron caído,
esos testigos lo festejaron.
Como si fueran unos extraños
a los que yo no conociera,
se pusieron en mi contra
y hablaron mal de mí;
¡sus ojos reflejaban odio!
17 Dios mío,
¿no piensas hacer nada?
¡Esos malvados me quieren destruir!
¡Sálvame la vida,
que es lo único que tengo!
18 Así te alabaré y te daré gracias
delante de todo tu pueblo,
tu pueblo fuerte y numeroso.
19 No dejes que me hagan burla
mis terribles enemigos;
no dejes que se burlen de mí,
pues no tienen por qué odiarme.
20 No hablan de vivir en paz,
sino que inventan mentiras
contra la gente tranquila.
21 Sin pensarlo dos veces, dicen:
«Tú cometiste ese crimen;
¡nosotros mismos lo vimos!»
22 Mi Señor y Dios,
¡tú me conoces mejor que ellos!
¡No te alejes de mí,
ni te niegues a escucharme!
23 ¡Despierta y defiéndeme!
¡Levántate y hazme justicia!
24 Tú eres un Dios justo:
defiéndeme como sabes hacerlo.
¡No dejes que se burlen de mí!
25 No les permitas que digan:
«¡Se cumplió nuestro deseo!
¡Hemos acabado con él!»
26 Pon en completa vergüenza
a todos los que festejan mi mal,
cubre de vergüenza y deshonra
a los que me creen poca cosa,
27 pero haz que griten de alegría
los que desean mi bien.
Permíteles que siempre digan:
«¡Dios es muy grande!
¡Busca el bien de quien le sirve!»
28 Yo, por mi parte,
siempre te alabaré
y diré que eres un Dios de bondad.
Explicación del Salmo 35: Análisis Completo, Contexto y Aplicación
Salmo 35 es un clamor ferviente del rey David , pidiendo a Dios que lo defienda de sus enemigos y haga justicia. Este salmo de imprecación (súplica por la intervención divina) es un llamado apasionado a Dios para que luche a favor del salmista y lo proteja de aquellos que buscan hacerle daño injustamente. La oración de David resuena con honestidad y desesperación, revelando su confianza en que Dios es un guerrero poderoso que pelea por los justos.
Autor del Salmo 35
El rey David es el autor de este salmo. Su composición refleja las luchas que enfrentó a lo largo de su vida, ya sea mientras huía de Saúl o enfrentaba a otros enemigos. David, siendo un hombre perseguido y traicionado, expresa su angustia y busca el juicio de Dios contra los injustos.
Contexto y Estructura del Salmo 35
David clama a Dios para que intervenga en su defensa. Pide que Dios actúe como un guerrero que protege y lucha por él, usando imágenes de la batalla para expresar su necesidad de protección. A lo largo de este salmo, David también hace una distinción clara entre los justos y los malvados, clamando por la destrucción de los impíos y la salvación de los inocentes.
Contexto histórico
El contexto específico no se detalla, pero el tono de este salmo sugiere que fue escrito en medio de una intensa persecución. David se enfrentó a múltiples situaciones en las que su vida estuvo en peligro, especialmente durante el tiempo en que era perseguido por el rey Saúl. Las súplicas de David por protección y venganza divina son un reflejo de la profunda desesperación que sintió durante estos momentos.
Estructura del Salmo 35
El Salmo 35 se organiza en tres secciones principales:
- Versículos 1-10: Petición a Dios para que luche en favor de David.
- Versículos 11-18: Descripción de las injusticias que ha sufrido y el deseo de que Dios actúe.
- Versículos 19-28: Clamor por justicia y alabanza a Dios por su intervención futura.
Relevancia Teológica del Salmo 35
La teología del Salmo 35 destaca a Dios como el defensor y juez justo . Este salmo nos enseña que, en tiempos de conflicto y cuando enfrentamos injusticia, podemos llevar nuestras preocupaciones a Dios y confiar en Su intervención. También nos recuerda que la justicia de Dios es perfecta, y que Él ve las intenciones de los corazones, lo que le permite juzgar con rectitud. David expresa tanto la esperanza en el juicio divino como la fe en la protección del Señor.
Enseñanzas Principales del Salmo 35
Algunas enseñanzas clave del Salmo 35, junto con los versículos relevantes, son las siguientes:
1. Dios es nuestro defensor en la batalla
» Pelea, oh Jehová, con los que contra mí contienden; lucha contra los que me combaten » (Salmo 35:1).
David clama a Dios como un guerrero que pelea a su favor, enseñándonos que el Señor puede ser nuestra defensa en las luchas más difíciles.
2. Dios puede dispersar a los enemigos
» Sean como el tamo delante del viento, y el ángel de Jehová los acose » (Salmo 35:5).
Este versículo describe cómo los enemigos de David deben ser dispersos y destruidos por el poder de Dios, reflejando la justicia divina que prevalece sobre el mal.
3. La injusticia puede ser enfrentada con oración
» Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo; sin causa cavaron hoyo para mi alma » (Salmo 35:7).
David detalla cómo ha sido atacado sin razón, lo que nos recuerda que, cuando enfrentamos la injusticia , podemos acudir a Dios con nuestras preocupaciones y dolores.
4. El ayuno y la oración son una respuesta espiritual al sufrimiento
» Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno mi alma, y mi oración se volvió a mi seno » (Salmo 35:13).
David revela cómo respondió con compasión y oración incluso por aquellos que le hacían daño. Esta enseñanza subraya la importancia de mantener un corazón humilde y orante.
Pasajes Bíblicos Relacionados
El Salmo 35 tiene paralelos con otros textos bíblicos que hablan sobre la defensa y justicia de Dios. Algunos pasajes relacionados incluyen:
- Éxodo 14:14: “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”.
- Salmo 34:17: “Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias”.
- Romanos 12:19: “No os vengueis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios”.
Imágenes del Salmo 35
Preguntas Y Respuestas Frecuentes
¿Quién escribió el Salmo 35?
El rey David escribió el Salmo 35, expresando su necesidad de protección divina y justicia en medio de la persecución.
¿Qué nos enseña el Salmo 35?
El Salmo 35 nos enseña a confiar en Dios como nuestro defensor ya clamar a Él cuando enfrentamos la injusticia. Nos muestra que podemos depender de la intervención divina en situaciones difíciles.
¿Qué significa el Salmo 35?
Este salmo es una oración por justicia y protección. David pide a Dios que actúe contra sus enemigos, usando imágenes de batalla para describir la ayuda divina que necesita.
¿Qué dice el Salmo 35:1?
Salmo 35:1: “Pelea, oh Jehová, con los que contra mí contienden; lucha contra los que me combaten.” Aquí, David pide que Dios actúe como un guerrero que lucha en su defensa.
¿Cómo se describe la intervención de Dios en el Salmo 35:5?
En Salmo 35:5, se describe cómo los enemigos deben ser dispersos como el tamo al viento, una imagen poderosa de la destrucción y juicio divino.
¿Qué significa el Salmo 35:7?
Salmo 35:7: “Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo; sin causa cavaron hoyo para mi alma.” Este versículo refleja la injusticia que David experimentó, siendo atacado sin razón.
¿Qué aprendemos sobre la oración en el Salmo 35:13?
Salmo 35:13 nos enseña la importancia del ayuno y la oración como una respuesta espiritual, incluso por aquellos que nos hacen daño, demostrando la compasión de David.
¿El Salmo 35 como oración?
El Salmo 35 es una oración que pide la intervención y justicia de Dios. David clama por la destrucción de sus enemigos y la salvación de su alma.
¿Por qué David usa imágenes de batalla en este salmo?
David usa estas imágenes para enfatizar la protección y el poder de Dios. La defensa divina es presentación como una batalla en la que Dios lucha por los justos.
¿Cómo podemos aplicar el Salmo 35 a nuestras vidas?
Podemos aplicar este salmo confiando en Dios como nuestro protector y juez, entregándole nuestras luchas y confiando en que Él hará justicia a Su manera y en Su tiempo.
¿Cuál es el significado del Salmo 35 para los creyentes?
El significado para los creyentes es que Dios ve las injusticias que sufrimos y promete defendernos y protegernos. Nos enseña a depender completamente de Su poder y no buscar venganza por nuestra cuenta.
¿Por qué es importante el Salmo 35 en momentos de dificultad?
Es importante porque nos recuerda que Dios es un defensor poderoso y que podemos acudir a Él cuando somos perseguidos o enfrentamos injusticias, confiando en Su respuesta.
En conclusión, Salmo 35 es un clamor a Dios en tiempos de aflicción e injusticia. David nos enseña a llevar nuestras cargas al Señor, sabiendo que Él es un defensor fiel y justo. Nos recuerda que la batalla pertenece a Dios y que Su justicia prevalecerá sobre el mal.