¿Qué dice el Salmo 7?
SALMO 7 RV1960
Plegaria pidiendo vindicación
Sigaión de David, que cantó a Jehová acerca de las palabras de Cus hijo de Benjamín.
- Jehová Dios mío, en ti he confiado;
Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame, - No sea que desgarren mi alma cual león,
Y me destrocen sin que haya quien me libre. - Jehová Dios mío, si yo he hecho esto,
Si hay en mis manos iniquidad; - Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo
(Antes he libertado al que sin causa era mi enemigo), - Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela;
Huelle en tierra mi vida,
Y mi honra ponga en el polvo. Selah - Levántate, oh Jehová, en tu ira;
Álzate en contra de la furia de mis angustiadores,
Y despierta en favor mío el juicio que mandaste. - Te rodeará congregación de pueblos,
Y sobre ella vuélvete a sentar en alto. - Jehová juzgará a los pueblos;
Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia,
Y conforme a mi integridad. - Fenezca ahora la maldad de los inicuos, mas establece tú al justo;
Porque el Dios justo prueba la mente y el corazón. - Mi escudo está en Dios,
Que salva a los rectos de corazón. - Dios es juez justo,
Y Dios está airado contra el impío todos los días. - Si no se arrepiente, él afilará su espada;
Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado. - Asimismo ha preparado armas de muerte,
Y ha labrado saetas ardientes. - He aquí, el impío concibió maldad,
Se preñó de iniquidad,
Y dio a luz engaño. - Pozo ha cavado, y lo ha ahondado;
Y en el hoyo que hizo caerá. - Su iniquidad volverá sobre su cabeza,
Y su agravio caerá sobre su propia coronilla. - Alabaré a Jehová conforme a su justicia,
Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.
SALMO 7 NVI
Sigaiónde David, que cantó al Señor acerca de Cus el benjamita.
- ¡Sálvame, Señor mi Dios, porque en ti busco refugio!
¡Líbrame de todos mis perseguidores! - De lo contrario, me devorarán como leones;
me despedazarán y no habrá quien me libre. - Señor mi Dios, ¿qué es lo que he hecho?
¿Qué maldad hay en mis manos? - Si he perjudicado al que estaba en paz conmigo,
si he despojado sin razón al que me oprime, - entonces que mi enemigo me persiga y me alcance;
que me haga morder el polvo
y arrastre mi honra por el suelo. Selah - ¡Levántate, Señor, en tu ira!
¡Enfréntate al furor de mis enemigos!
¡Despierta e imparte justicia! - Que los pueblos se junten a tu alrededor;
reina[a] sobre ellos desde lo alto. - ¡El Señor juzgará a los pueblos!
Júzgame, Señor, conforme a mi justicia;
págame conforme a mi integridad. - Dios justo que examinas la mente y el corazón,
acaba con la maldad de los malvados
y mantén firme al que es justo. - Mi escudo está en Dios
que salva a los de corazón[b] sincero. - Dios es un juez justo,
un Dios que cada día manifiesta su enojo. - Si el malvado no se arrepiente,
Dios afilará la espada
y tensará el arco; - ya ha preparado sus mortíferas armas;
ya tiene listas sus llameantes saetas. - Miren al preñado de maldad:
concibió iniquidad y parirá mentira. - Cavó una fosa y la ahondó,
y en esa misma fosa caerá. - Su iniquidad se volverá contra él;
su violencia recaerá sobre su cabeza. - ¡Alabaré al Señor por su justicia!
¡Al nombre del Señor Altísimo cantaré salmos!
SALMO 7 NTV
Salmo[a] de David, quien lo cantó al Señor acerca de Cus, de la tribu de Benjamín.
- A ti acudo en busca de protección, oh Señor mi Dios.
¡Sálvame de los que me persiguen! ¡Rescátame! - Si no lo haces, me atacarán como leones,
me despedazarán y no habrá quien que me rescate. - Oh Señor mi Dios, si he hecho mal
o soy culpable de injusticia, - si he traicionado a un amigo
o he saqueado a mi adversario sin razón, - entonces que mis enemigos me capturen.
Deja que me pisoteen
y arrastren mi honor por el suelo. Interludio - ¡Levántate, oh Señor, con enojo!
¡Hazle frente a la furia de mis enemigos!
¡Despierta, Dios mío, y trae justicia! - Reúne a las naciones delante de ti;
gobiérnalas desde lo alto. - El Señor juzga a las naciones.
Declárame justo, oh Señor,
¡porque soy inocente, oh Altísimo! - Acaba con la maldad de los perversos,
y defiende al justo.
Pues tú miras lo profundo de la mente y del corazón,
oh Dios justo. - Dios es mi escudo,
quien salva a los de corazón recto y sincero. - Dios es un juez honrado;
todos los días se enoja con los malvados. - Si una persona no se arrepiente,
Dios[b] afilará su espada,
tensará su arco y le pondrá la cuerda. - Preparará sus armas mortales
y disparará sus flechas encendidas. - Los malvados conciben el mal;
están preñados de dificultades
y dan a luz mentiras. - Cavan una fosa profunda para atrapar a otros,
luego caen en su propia trampa. - Los problemas que provocan a otros se vuelven en su contra;
la violencia que maquinan les cae sobre su propia cabeza. - Daré gracias al Señor porque él es justo;
cantaré alabanzas al nombre del Señor Altísimo.
SALMO 7 TLA
Oración pidiendo justicia
Lamento de David dirigido a Dios por lo que le hizo un hombre de la tribu de Benjamín, que se llamaba Cus.
- Mi Dios, en ti confío;
¡sálvame de los que me persiguen!,
¡líbrame de todos ellos! - Si no me salvas, acabarán conmigo;
me despedazarán como leones
y nadie podrá librarme de ellos. - Dios mío,
¿qué daño les hice?,
¿qué mal cometí? - ¿Acaso le hice daño a mi amigo?
¿Acaso le quité algo
a quien me maltrata sin razón? - Si es así,
deja que mi enemigo
me persiga y me alcance;
deja que me arrastre por el suelo
y que me ponga en vergüenza.
6-7 Dios mío,
¡siéntate ya en tu alto trono,
y rodeado de las naciones,
declárame inocente!
¡Enfréntate a la furia de mis enemigos
y muéstrales tu enojo!
8 Tú, Dios mío,
eres el juez de los pueblos:
¡júzgame y dicta mi sentencia,
pero toma en cuenta que soy inocente!
9 Tú eres un Dios justo,
y conoces nuestros pensamientos:
¡acaba, pues, con los malvados,
para que ya no hagan lo malo,
pero dale tu apoyo a la gente honrada!
10 Dios mío,
tú me das tu protección;
me proteges como un escudo.
Tú salvas a la gente honrada.
11 Tú eres un juez justo
y siempre castigas a los malvados.
12 Si éstos no se arrepienten,
tú afilarás tu espada
y prepararás tu arco.
13 Ya tienes listas tus armas de muerte;
¡ya tienes listas tus flechas de fuego!
14 ¡Fíjense en el malvado!
Planea el crimen, lo comete
y luego niega haberlo cometido.
15 Ha hecho un hoyo muy profundo,
pero en ese mismo hoyo caerá,
16 y sufrirá las consecuencias
de su violencia y maldad.
17 Yo, en cambio,
alabaré a Dios porque es justo.
¡Yo le cantaré himnos
al Dios altísimo!
Explicación del Salmo 7
El Salmo 7 es una oración de David en la que pide justicia y protección divina contra sus enemigos. Es un clamor apasionado a Dios para que actúe como juez justo en medio de las acusaciones falsas y las amenazas que enfrenta. David, siendo consciente de su inocencia en la situación específica que describe, se dirige a Dios, el Juez supremo, para que intervenga y defienda su causa. Este salmo es un ejemplo poderoso de cómo los creyentes pueden acudir a Dios en busca de reivindicación y justicia cuando son maltratados o acusados injustamente.
Información sobre el Salmo 7
El Salmo 7 es conocido como un «Sigaión» de David, un término hebreo que aparece solo una vez más en Habacuc 3:1 y cuyo significado exacto es incierto, pero se cree que puede referirse a un tipo de canción emotiva o meditativa. En este salmo, David expresa una profunda confianza en Dios como su refugio y defensor, rechazando la injusticia y pidiendo que Dios haga justicia contra quienes buscan hacerle daño sin motivo.
Contexto histórico
El contexto específico del Salmo 7 no está claramente definido en las Escrituras, pero se atribuye a un momento en la vida de David cuando enfrentaba acusaciones y persecuciones injustas, posiblemente durante las persecuciones por parte del rey Saúl o por parte de algún enemigo personal como Cus. , el benjamita, mencionado en el título del salmo. Este contexto de conflicto y amenaza directa sobre su vida impulsa a David a clamar por justicia ya reafirmar su confianza en la protección divina.
Estilo literario
El Salmo 7 es un lamento individual y una súplica por justicia. Utiliza un lenguaje judicial, con términos como «juez», «tribunal» y «veredicto», reflejando la confianza de David en que Dios es el juez supremo que ve y juzga con justicia. También incluye elementos de imprecación, donde David pide a Dios que castigue a los malvados, y al final, cambia a un tono de alabanza, confiando en que Dios actuará a su favor.
Relevancia teológica
Teológicamente, el Salmo 7 resalta la justicia de Dios y su papel como defensor de los inocentes. Este salmo enseña que Dios no solo está interesado en consolar a sus siervos, sino que también actúa con justicia contra los malvados. Nos muestra que es legítimo acudir a Dios en busca de justicia, sabiendo que Él es un juez justo que no ignora el mal. También refleja la fe de David en la soberanía de Dios, quien controla todas las circunstancias y juzga rectamente a toda la humanidad.
¿Quién lo escribió?
El Salmo 7 fue escrito por David, el rey y salmista de Israel. David es conocido por su profunda relación con Dios, lo cual se refleja en sus numerosos salmos, donde a menudo se dirige a Dios en momentos de angustia, alegría, arrepentimiento y adoración. Este salmo, como muchos otros, muestra a David como un hombre de fe que confía plenamente en la justicia y la protección de Dios, incluso en situaciones extremadamente difíciles.
Aplicación del Salmo 7
El Salmo 7 nos enseña a acudir a Dios en tiempos de injusticia y persecución. Nos recuerda que, aunque enfrentemos acusaciones falsas o ataques injustos, Dios es nuestro refugio y defensor. En la vida cristiana, este salmo puede ser utilizado como una oración cuando nos encontramos en situaciones donde somos malinterpretados, calumniados o perseguidos injustamente. Al igual que David, podemos confiar en que Dios hará justicia a su debido tiempo y que Él ve y conoce la verdad de cada situación.
Enseñanzas principales del Salmo 7
Confianza en la justicia de Dios:
El salmo nos enseña a confiar en que Dios, como juez justo, actuará a favor de los inocentes y juzgará a los malvados con equidad.
Integridad personal:
David defiende su propia inocencia y se compromete a vivir con integridad, recordándonos la importancia de vivir de manera justa y honesta ante Dios y los hombres.
La oración en tiempos de persecución:
Este salmo subraya la importancia de llevar nuestras cargas y angustias a Dios en oración, especialmente cuando enfrentamos injusticias.
Alabanza anticipada:
A pesar de la angustia, David termina el salmo con un canto de alabanza, confiando en que Dios escuchará su oración y actuará. Esto nos enseña a alabar a Dios incluso antes de ver la respuesta a nuestras peticiones.
Dios como defensor de los justos:
El salmo destaca la confianza de que Dios no permitirá que la injusticia prevalezca y que Él vindicará a los justos, brindando esperanza a aquellos que confió en su protección y juicio.