SALMO 17 RV1960
Plegaria pidiendo protección contra los opresores
Oración de David.
1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor.
Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.
2 De tu presencia proceda mi vindicación;
Vean tus ojos la rectitud.
3 Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche;
Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste;
He resuelto que mi boca no haga transgresión.
4 En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios
Yo me he guardado de las sendas de los violentos.
5 Sustenta mis pasos en tus caminos,
Para que mis pies no resbalen.
6 Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;
Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.
7 Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra,
De los que se levantan contra ellos.
8 Guárdame como a la niña de tus ojos;
Escóndeme bajo la sombra de tus alas,
9 De la vista de los malos que me oprimen,
De mis enemigos que buscan mi vida.
10 Envueltos están con su grosura;
Con su boca hablan arrogantemente.
11 Han cercado ahora nuestros pasos;
Tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra.
12 Son como león que desea hacer presa,
Y como leoncillo que está en su escondite.
13 Levántate, oh Jehová;
Sal a su encuentro, póstrales;
Libra mi alma de los malos con tu espada,
14 De los hombres con tu mano, oh Jehová,
De los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida,
Y cuyo vientre está lleno de tu tesoro.
Sacian a sus hijos,
Y aun sobra para sus pequeñuelos.
15 En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia;
Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
SALMO 17 NVI
Oración de David.
1 Señor, oye mi justo ruego;
escucha mi clamor;
presta oído a mi oración,
pues no sale de labios engañosos.
2 Pronuncia tu sentencia en mi favor;
tus ojos ven lo que es justo.
3 Tú escudriñas mi corazón,
tú me examinas por las noches;
¡ponme a prueba,
que no hallarás en mí ningún plan maligno!
¡Mi boca no pecará
4 a pesar de lo que hace la otra gente,
pues yo cumplo con tu palabra!
Del camino de la violencia
5 he apartado mis pasos;
mis pies no tropiezan en tus sendas.
6 Dios mío, a ti clamo porque tú me respondes;
inclina a mí tu oído y escucha mi oración.
7 Tú, que salvas con tu diestra
a los que buscan escapar de sus adversarios,
dame una muestra de tu gran amor.
8 Protégeme como a la niña de tus ojos,
escóndeme bajo la sombra de tus alas
9 de los malvados que me atacan,
de los enemigos que me han cercado.
10 Han cerrado su insensible corazón
y profieren insolencias con su boca.
11 Vigilan de cerca mis pasos,
prestos a derribarme.
12 Parecen leones ávidos de presa,
leones que yacen al acecho.
13 ¡Levántate, Señor, enfréntate a ellos!
¡Derrótalos!
¡Con tu espada rescátame de los malvados!
14 ¡Con tu mano, Señor, sálvame de estos mortales
que no tienen más herencia que esta vida!
Con tus tesoros les has llenado el vientre,
sus hijos han tenido abundancia
y hasta ha sobrado para sus descendientes.
15 Pero yo en justicia veré tu rostro;
cuando despierte, estaré satisfecho al contemplar tu semejanza.
SALMO 17 NTV
Oración de David.
1 Oh Señor, oye mi ruego pidiendo justicia;
escucha mi grito de auxilio.
Presta oído a mi oración,
porque proviene de labios sinceros.
2 Declárame inocente,
porque tú ves a los que hacen lo correcto.
3 Pusiste a prueba mis pensamientos y examinaste mi corazón durante la noche;
me has escudriñado y no encontraste ningún mal.
Estoy decidido a no pecar con mis palabras.
4 He seguido tus mandatos,
los cuales me impidieron ir tras la gente cruel y perversa.
5 Mis pasos permanecieron en tu camino;
no he vacilado en seguirte.
6 Oh Dios, a ti dirijo mi oración porque sé que me responderás;
inclínate y escucha cuando oro.
7 Muéstrame tu amor inagotable de maravillosas maneras.
Con tu gran poder rescatas
a los que buscan refugiarse de sus enemigos.
8 Cuídame como cuidarías tus propios ojos;[a]
escóndeme bajo la sombra de tus alas.
9 Protégeme de los perversos que me atacan,
del enemigo mortal que me rodea.
10 No tienen compasión;
¡escucha cómo se jactan!
11 Me rastrean y me rodean,
a la espera de cualquier oportunidad para tirarme al suelo.
12 Son como leones hambrientos, deseosos por despedazarme;
como leones jóvenes, escondidos en emboscada.
13 ¡Levántate, oh Señor!
¡Enfréntalos y haz que caigan de rodillas!
¡Con tu espada rescátame de los perversos!
14 Con el poder de tu mano, oh Señor,
destruye a los que buscan su recompensa en este mundo;
pero sacia el hambre de los que son tu tesoro.
Que sus hijos tengan abundancia
y dejen herencia a sus descendientes.
15 Porque soy recto, te veré;
cuando despierte, te veré cara a cara y quedaré satisfecho.
Footnotes
- 17:8 En hebreo como a la niña de tus ojos.
Explicación del Salmo 17
El Salmo 17 es una oración de David en la que él pide justicia y protección divina frente a sus enemigos. David se presenta ante Dios como un hombre íntegro, pidiendo que su causa sea escuchada y juzgada por el Señor. Confía en que Dios lo salvará de aquellos que lo atacan injustamente, y declara su esperanza de ver la justicia divina manifestada. Este salmo refleja la profunda fe de David en la justicia de Dios y su dependencia de Él en momentos de adversidad.
Quién lo escribió
El Salmo 17 fue escrito por David, el rey de Israel, conocido por su relación íntima con Dios. David escribió muchos salmos que reflejan su vida de oración y su dependencia de Dios, especialmente en tiempos de prueba. Este salmo es un ejemplo de cómo David buscaba la justicia divina en medio de las adversidades, confiando en que Dios lo protegería y vindicaría.
Aplicación del Salmo 17
El Salmo 17 es aplicable para los creyentes que enfrentan injusticias o dificultades en sus vidas. Nos enseña a clamar a Dios con confianza, sabiendo que Él es un juez justo que ve el corazón y defiende a los que lo buscan con sinceridad. Este salmo también nos anima a vivir con integridad y a confiar en la protección de Dios, incluso cuando enfrentamos oposición. Además, nos recuerda que la verdadera justicia y la recompensa final vienen de Dios, quien nos vindicará y nos dará satisfacción plena en su presencia.
Enseñanzas principales del Salmo
Confianza en la justicia de Dios: David muestra una fe inquebrantable en que Dios juzgará su causa con justicia, recordándonos que podemos confiar en Dios para vindicarnos cuando enfrentamos injusticias.
Integridad y sinceridad: David se presenta ante Dios con un corazón íntegro, enseñando la importancia de vivir con rectitud y sinceridad, especialmente cuando buscamos la intervención divina.
Dios como protector: El salmo destaca a Dios como un refugio y protector para aquellos que confían en Él, utilizando imágenes de protección divina como la «sombra de tus alas.»
Esperanza en la recompensa eterna: David expresa su esperanza de ser vindicado y encontrar satisfacción en la presencia de Dios, lo que apunta a la promesa de una recompensa eterna para los fieles.
Dependencia de Dios en tiempos de adversidad: El salmo enseña que, en tiempos de dificultad y oposición, los creyentes deben clamar a Dios con confianza, sabiendo que Él escucha y responde a sus oraciones.
El Salmo 17 es, por lo tanto, una poderosa oración de confianza en la justicia y protección de Dios, que nos enseña a vivir con integridad y a depender completamente de Él en todas las circunstancias de la vida.