SALMO 28 RV1960
Plegaria pidiendo ayuda, y alabanza por la respuesta
Salmo de David.
1 A ti clamaré, oh Jehová.
Roca mía, no te desentiendas de mí,
Para que no sea yo, dejándome tú,
Semejante a los que descienden al sepulcro.
2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti,
Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.
3 No me arrebates juntamente con los malos,
Y con los que hacen iniquidad,
Los cuales hablan paz con sus prójimos,
Pero la maldad está en su corazón.
4 Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos;
Dales su merecido conforme a la obra de sus manos.
5 Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová,
Ni a la obra de sus manos,
Él los derribará, y no los edificará.
6 Bendito sea Jehová,
Que oyó la voz de mis ruegos.
7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,
Y con mi cántico le alabaré.
8 Jehová es la fortaleza de su pueblo,
Y el refugio salvador de su ungido.
9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad;
Y pastoréales y susténtales para siempre.
SALMO 28 NVI
Salmo de David.
1 A ti clamo, Señor, Roca mía;
no te desentiendas de mí,
porque si guardas silencio,
seré como los que bajan a la fosa.
2 Oye mi voz suplicante
cuando a ti acudo en busca de ayuda,
cuando tiendo los brazos hacia tu Lugar Santísimo.
3 No me arrastres con los malvados,
con los que hacen iniquidad,
con los que hablan de paz con su prójimo,
pero en sus corazones[a] planean maldad.
4 Págales conforme a sus obras,
conforme a sus malas acciones.
Págales conforme a las obras de sus manos;
¡dales su merecido!
5 Ya que no toman en cuenta las obras del Señor
y lo que él ha hecho con sus manos,
él los derribará
y nunca más volverá a levantarlos.
6 Bendito sea el Señor,
que ha oído mi voz suplicante.
7 El Señor es mi fuerza y mi escudo;
mi corazón en él confía;
de él recibo ayuda.
Mi corazón salta de alegría,
y con cánticos le daré gracias.
8 El Señor es la fortaleza de su pueblo
y un baluarte de salvación para su ungido.
9 Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad
y, cual pastor, guíalos por siempre.
Footnotes
- 28:3 corazones. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
SALMO 27 NTV
Salmo de David.
1 A ti elevo mi oración, oh Señor, roca mía;
no cierres tus oídos a mi voz.
Pues si guardas silencio,
mejor sería darme por vencido y morir.
2 Escucha mi oración que pide misericordia,
cuando clamo a ti por ayuda,
cuando levanto mis manos hacia tu santo templo.
3 No me arrastres junto con los perversos
—con los que hacen lo malo—,
los que hablan con sus vecinos amablemente
mientras traman maldades en su corazón.
4 ¡Dales el castigo que tanto merecen!
Mídelo en proporción a su maldad.
¡Págales conforme a todas sus malas acciones!
Hazles probar en carne propia lo que ellos les han hecho a otros.
5 No les importa nada lo que el Señor hizo
ni lo que sus manos crearon.
Por lo tanto, él los derrumbará
y ¡jamás serán reconstruidos!
6 ¡Alaben al Señor!
Pues él oyó que clamaba por misericordia.
7 El Señor es mi fortaleza y mi escudo;
confío en él con todo mi corazón.
Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría;
prorrumpo en canciones de acción de gracias.
8 El Señor le da fuerza a su pueblo;
es una fortaleza segura para su rey ungido.
9 ¡Salva a tu pueblo!
Bendice a Israel, tu posesión más preciada.[a]
Guíalos como un pastor
y llévalos en tus brazos por siempre.
Footnotes
- 28:9 En hebreo Bendice a tu herencia.
Explicación del Salmo 28
El Salmo 28 es una oración de súplica en la que David clama a Dios pidiendo ayuda y protección frente a sus enemigos. El salmo comienza con una petición urgente, donde David le ruega a Dios que no guarde silencio ante su clamor. Luego, David contrasta la maldad de los impíos con su confianza en el Señor, a quien ve como su roca y escudo. El salmo culmina con una expresión de gratitud por la intervención divina y una oración por la bendición del pueblo de Israel.
Contexto Histórico
El contexto histórico específico del Salmo 28 no se menciona, pero es probable que haya sido compuesto en un momento de crisis personal o nacional, como durante las guerras que David enfrentó o las rebeliones que tuvo que sofocar. David, como líder y rey, frecuentemente enfrentó situaciones en las que su vida y el bienestar de Israel estaban en peligro. Este salmo refleja la dependencia de David en la intervención divina para superar a sus enemigos y proteger a su pueblo.
Quién lo escribió
David fue el escritor del Salmo 28, el segundo rey de Israel y un hombre conforme al corazón de Dios. Conocido por su habilidad para componer salmos que expresan una amplia gama de emociones humanas, desde la desesperación hasta la alabanza exuberante, David en este salmo muestra su confianza en la protección de Dios frente a la injusticia y la maldad. Su vida, llena de desafíos y victorias, se refleja en la sinceridad y profundidad de sus oraciones, como la que encontramos en este salmo.
Aplicación
El Salmo 28 puede ser una guía para nosotros en tiempos de angustia y cuando enfrentamos situaciones que parecen abrumadoras. Nos enseña a clamar a Dios, a no desanimarnos incluso si parece que Él guarda silencio, y a mantener nuestra fe en su protección y justicia. Este salmo también nos anima a recordar que nuestras oraciones deben llevarnos a una mayor gratitud y alabanza cuando vemos la mano de Dios obrar en nuestras vidas. En un sentido comunitario, el salmo también nos llama a orar por la protección y bendición de todo el pueblo de Dios.
Enseñanzas principales del Salmo
Dependencia de Dios en la oración: El salmo nos enseña a clamar a Dios con fervor, confiando en que Él escucha nuestras súplicas y no guarda silencio ante nuestras necesidades.
Confianza en la justicia divina: A pesar de la aparente prosperidad de los malvados, David confía en que Dios actuará con justicia y les dará el castigo que merecen.
Dios como protector: El uso de imágenes como «roca» y «escudo» refuerza la idea de que Dios es nuestro refugio seguro en tiempos de peligro.
Respuesta de gratitud: David nos muestra que la respuesta a las oraciones debe ser seguida por una expresión de gratitud y alabanza a Dios por su intervención.
Oración por la comunidad: El salmo termina con una oración por la protección y bendición del pueblo de Dios, recordándonos la importancia de orar no solo por nuestras necesidades individuales, sino también por la comunidad de creyentes.
En resumen, el Salmo 28 es una oración de súplica y confianza en Dios, que nos enseña a depender de Él en tiempos de angustia, a confiar en su justicia, y a responder con gratitud cuando vemos su mano obrando en nuestras vidas.