SALMOS 028

Explicación del Salmo 28

El Salmo 28 es una oración de súplica en la que David clama a Dios pidiendo ayuda y protección frente a sus enemigos. El salmo comienza con una petición urgente, donde David le ruega a Dios que no guarde silencio ante su clamor. Luego, David contrasta la maldad de los impíos con su confianza en el Señor, a quien ve como su roca y escudo. El salmo culmina con una expresión de gratitud por la intervención divina y una oración por la bendición del pueblo de Israel.

Contexto Histórico

El contexto histórico específico del Salmo 28 no se menciona, pero es probable que haya sido compuesto en un momento de crisis personal o nacional, como durante las guerras que David enfrentó o las rebeliones que tuvo que sofocar. David, como líder y rey, frecuentemente enfrentó situaciones en las que su vida y el bienestar de Israel estaban en peligro. Este salmo refleja la dependencia de David en la intervención divina para superar a sus enemigos y proteger a su pueblo.

Quién lo escribió

David fue el escritor del Salmo 28, el segundo rey de Israel y un hombre conforme al corazón de Dios. Conocido por su habilidad para componer salmos que expresan una amplia gama de emociones humanas, desde la desesperación hasta la alabanza exuberante, David en este salmo muestra su confianza en la protección de Dios frente a la injusticia y la maldad. Su vida, llena de desafíos y victorias, se refleja en la sinceridad y profundidad de sus oraciones, como la que encontramos en este salmo.

Aplicación

El Salmo 28 puede ser una guía para nosotros en tiempos de angustia y cuando enfrentamos situaciones que parecen abrumadoras. Nos enseña a clamar a Dios, a no desanimarnos incluso si parece que Él guarda silencio, y a mantener nuestra fe en su protección y justicia. Este salmo también nos anima a recordar que nuestras oraciones deben llevarnos a una mayor gratitud y alabanza cuando vemos la mano de Dios obrar en nuestras vidas. En un sentido comunitario, el salmo también nos llama a orar por la protección y bendición de todo el pueblo de Dios.

Enseñanzas principales del Salmo

  1. Dependencia de Dios en la oración: El salmo nos enseña a clamar a Dios con fervor, confiando en que Él escucha nuestras súplicas y no guarda silencio ante nuestras necesidades.

  2. Confianza en la justicia divina: A pesar de la aparente prosperidad de los malvados, David confía en que Dios actuará con justicia y les dará el castigo que merecen.

  3. Dios como protector: El uso de imágenes como «roca» y «escudo» refuerza la idea de que Dios es nuestro refugio seguro en tiempos de peligro.

  4. Respuesta de gratitud: David nos muestra que la respuesta a las oraciones debe ser seguida por una expresión de gratitud y alabanza a Dios por su intervención.

  5. Oración por la comunidad: El salmo termina con una oración por la protección y bendición del pueblo de Dios, recordándonos la importancia de orar no solo por nuestras necesidades individuales, sino también por la comunidad de creyentes.

En resumen, el Salmo 28 es una oración de súplica y confianza en Dios, que nos enseña a depender de Él en tiempos de angustia, a confiar en su justicia, y a responder con gratitud cuando vemos su mano obrando en nuestras vidas.


 

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Fuentes: biblegateway.com

Predicas Cristianas: Proyecto-Lider.com

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